domingo, 28 de julio de 2013

Temas temables (No. 26, enero-febrero 2005)


La revista para divulgadores Selecciones del Indigest acaba de añadir a su lista de secciones fijas una muy útil, que es pariente cercana de la gustadísima “Citas citables” de conocida publicación de nombre similar. Se titula “Temas temables” y contiene sugerencias de temas para ponencias en congresos.
Como se sabe, “Citas citables” está hecha para el ciudadano que, sin tiempo para leer (ni interés), gusta de todos modos de aderezar su discurso con frases ajenas porque su mamá le dijo que daba postín. “Citas citables” le ahorra el esfuerzo de leer todos esos mamotretos insufribles donde las anheladas citas se encuentran como pepitas de oro en veta escasa. ¡Qué comodidad!
         “Temas temables” hace lo mismo por el afanoso divulgador que, sin tiempo para pensar (ni interés), gusta de todos modos de ir a congresos, sobre todo si paga la institución donde trabaja. “Temas temables”, empero, va más lejos que “Citas citables”, pues propone también abstracts completos sobre los que el taimado divulgador puede elaborar. O bien, mediante el pago de una lana, se puede solicitar a Selecciones del Indigest el guión y hasta la presentación en Power Point. He aquí algunos ejemplos.

Efecto de la muerte en la productividad del divulgador

Sagan, Gould, Haldane. Éstos son nombres que asociamos naturalmente con la productividad divulgativa. Sin embargo, estos personajes han dejado de producir divulgación de calidad. ¿Por qué? Una posible respuesta, que el autor explora en esta ponencia, es que están muertos. En esta ponencia el autor demuestra heurísticamente que morir afecta gravemente la productividad de un divulgador, resultado que quizá pueda extenderse sin muchas modificaciones a otras actividades.

El problema de la divulgación en un país donde la gente cree estupideces

Amigos, romanos, compatriotas, prestadme oídos. ¿Por qué no goza la divulgación de apoyo en mi tierra, el país de ****? Yo os lo diré. Porque sus habitantes, ¡pobres necios!, todavía creen en las tonterías oscurantistas del pasado. Por lo tanto, compadecéos de mí, cuyas sublimes margaritas divulgativas son pasto de los cerdos abyectos. ¡Ay, ay, ay! (Snif...)

Quién es quién en la divulgación, o Vacas sagradas y bueyes profanos

¿Qué es divulgación?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es divulgación? ¿Y tú me lo preguntas? Divulgación somos tú y yo. Los demás son unos farsantes y unos incompetentes.

Hasta aquí una pequeña dosis de “Temas temables”. Sepan los posibles usuarios que la revista no se hace responsable de lo que pueda acontecer al divulgador que a su sombra se cobije.

No hay comentarios:

Publicar un comentario